Corazón versus inconsciente
Como la lluvia baja y no sube, mi corazón salta y no late A veces se queda callado y muy quietecito por mucho rato A veces decide correr una maratón, y queda siempre en primer lugar Es medio extremista, no conoce de intermedios, por eso lo culpo de mis dolores Depende de su humor puede ser: tímido cual rosa, feroz cual serpiente, o escurridizo cual un zorro Por eso lo culpo, lo culpo y lo culpo Tal vez soy un poco injusta con él, es muy fácil culparlo de mi sufrimiento Pero ¿es realmente él el culpable? Por ahí mi inconsciente de repente se queda muy tranquilo ¡Ay sí!, dice, es todo culpa del corazón, ese necio no entiende de razones, yo por el contrario siempre estoy de tu lado Y mi ciego y noble corazón acepta la culpa, mientras mi disparatado e inquieto inconsciente sigue urdiendo planes para confundirme