El Rey de las Ratas
Corría la voz en la prisión de que un desquiciado no era parte del montón Así al menos decían Fulano y Sutano - Mirá, allá está el loco - Ah, el disque escritor -Pues hoy parece andar de buen cantar Y así, entre murmullos y miradas cargadas de juicios y valores, el desquiciado a su amada cantaba una dulce canción de cuna: - Arruru mi niña, arruru mi ángel Calla y duerme el sueño eterno mi dulce amante Ven y duerme aquí a mi ladito hazme compañía y mantenme calentito ¿Oyes eso, mi amada? ¿Escuchas acaso las susurrantes voces de las enlutadas paredes que alegres cantan enseñanzas de los sabios? Te voy a contar una historia para que duermas tranquila: Érase una vez un gran escritor que cuando no supo qué escribir se preguntó a sí mismo: ¿escribir o no escribir? y se dijo: he ahí el dilema Y las paredes miraban obscenas voyeristas con perversa curiosidad Y las rejas cantaban afinadas melodías sobre el é...