Descritura

Ella creyó que lo correcto era aislarse. Tenía miedo de sus propios sentimientos pero mucho más de los de los demás. Él siempre la veía, tan callada, tan solitaria... y se preguntaba por qué Ella nunca se relacionaba con los demás.  Así que Él se dio a la tarea de observarla todos los días. Aunque tenía novia se dio cuenta de que eventualmente solo quería estar cerca de Ella, tocarla, olerla pero sobre todo hablarle y desvelar que escondía tras su máscara.  Ella se iba siempre directo a su casa a cuidar a su hermanito. Sus padres nunca estaban, solo Dios podía conocer en qué pasos andaban porque ni Ella lo sabía. Con su hermanito Ella podía ser, bueno ella misma. Lo único que tenían era el uno al otro pero eso les bastaba. Ella se encargaba de cocinar, limpiar y ayudar a su hermano con las tareas, pero no le importaba mientras lo viera feliz.  Ella poseía un piano muy viejo y gastado por el tiempo y el uso, era una herencia de su abuelo. Ya ni afinaba bien, pero eso ...

Ya caí, porque ya creí Ya viví, porque ya morí Cae la noche y renace mi alma Vuelve el día y adormece mis sentidos Quiero ser poeta, pero me quedo corta Quiero volar, pero no tengo alas Las palabras son mis alas metafóricas, espero que nunca me las corten Querer es poder dicen algunos Pero el poder es de pocos,  y el querer es de muchos La sociedad es injusta y categorizante Es hora de romper paradigmas, de crear nuevos caminos Claro eso sí, cueste lo que cueste Porque ni volar, aunque sea metafóricamente,  es gratuito ni fortuito 

Los luceros de tus ojos me guían hacia el amanecer El calor de tu cuerpo me envuelve cual llamarada Sentimientos innobles, como el temor, quedan atrás La pureza se puede alcanzar por un momento Las llamas consumen, purifican, despiertan La belleza es indescriptible e inabarcable; las sombras y fantasmas huyen ante su presencia Una vez que se presencia lo impresenciable se cambia Lo sublime se puede alcanzar pero no sin sacrificios El dolor se trasforma en creación, en sublimación Y la vida deja de ser llanamente sobrevivir, se metamorfosea en sentir, vivir, amar, perder, ganar... pero con un sentido único, individual e irrepetible    

Esos pequeños derrumbes,  que no son tan pequeños.  Van dejando grietas  en los cimientos mismos del alma. Tal vez es así como se llega a la locura,  demasiados derrumbes. Demasiado dolor en la realidad,  y para qué soportarlo si se puede escapar. Porque a veces ese escape es el punto sin retorno, pero hay que pagar las consecuencias,  siempre hay que pagarlas. 

Sentir para no morir. Querer para no amar. Perder por temor, y ganar por default. Eso no cuenta ¿o sí? El espejo que no refleja y la luz que no ilumina. Todo es un engaño,  pero... ¿a los ojos de quien?  La vida es una trampa, me di cuenta muy tarde. Ya caí, y el caer duele. Me levanté, eso también duele. Ellos dicen muchas cosas, la gente les cree pero yo no. Ellos me señalan, tengo que ser perfecta y reír, la gente ríe como autómatas. Te preguntarás a qué me refiero, pues a que ríen porque eso e lo que ellos quieren. La vida no es una trampa, mentí, son ellos los que tejen la trampa. Y todos caemos tarde o temprano, la cuestión al final siempre es: ¿qué tanto caemos en esa trampa?