Ella y Él (Una breve historia de amor)

Ella creyó que lo correcto era aislarse. Tenía miedo de sus propios sentimientos pero mucho más de los de los demás. Él siempre la veía, tan callada, tan solitaria... y se preguntaba por qué Ella nunca se relacionaba con los demás.  Así que Él se dio a la tarea de observarla todos los días. Aunque tenía novia se dio cuenta de que eventualmente solo quería estar cerca de Ella, tocarla, olerla pero sobre todo hablarle y desvelar que escondía tras su máscara. 

Ella se iba siempre directo a su casa a cuidar a su hermanito. Sus padres nunca estaban, solo Dios podía conocer en qué pasos andaban porque ni Ella lo sabía. Con su hermanito Ella podía ser, bueno ella misma. Lo único que tenían era el uno al otro pero eso les bastaba. Ella se encargaba de cocinar, limpiar y ayudar a su hermano con las tareas, pero no le importaba mientras lo viera feliz. 

Ella poseía un piano muy viejo y gastado por el tiempo y el uso, era una herencia de su abuelo. Ya ni afinaba bien, pero eso a Ella no le importaba. Lo único que deseaba era tocar y cantar, ya que así se olvidaba de todo lo demás, el mundo se desvanecía y solo quedaban Ella y su música. La música la inundaba, la propasaba, y más importante la sanaba. 

Él se obsesiono con Ella, la veía donde no estaba, al dormir soñaba con ella, y hasta terminó con su novia. Él no era ni popular ni rechazado, pero todos lo conocían por su gran carisma, sin embargo eso no es lo que él buscaba. Quería ser pintor pero su padre mandaba que fuera abogado, como todos los hombres de su familia. A escondidas dibujaba y pintaba. Ahora la pintaba a ella, respiraba por ella. Su pincel bailaba por ella.

Su madre y padre eran ricos y nunca estaban en la casa ya que siempre tenían algún evento social o "benéfico". Solo contaba con su amigo, un escritor de nacimiento (y que defendía a muerte la lucha por sus sueños artísticos y los de su amigo), su hermano mayor (aunque actualmente estudiaba para ser abogado, así que en realidad no contaba ya con él), con su nana y su perro. Para él ese era un círculo limitado; no tenía ni idea de que ella solo tenía a su hermano menor.