Historia de un desencanto
Cansada de huir,
también de sufrir,
en el lento vivir,
eterno morir
Sentimientos inexplicables
me dominan,
me abruman,
me hostigan,
y no los puedo entender
Locas ideas cruzan mi mente,
como avispas que atacan,
como flechas en batalla
Palidez enfermiza me delata:
¿por qué el observador mundo
ha de notar mi desbalance?
Y entonces me desarmo,
como muñeca de trapo,
usada y olvidada,
asqueada y debilitada
¿Por qué ni yo puedo
controlar mi sentir?
Tic, tac quiero morir
Tic, tac al eterno dormir
Tic, tac cansada de mí
Tic tac, decidí huir
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