El hilo rojo
Todo comenzó con un hilo
y la comezón existencial:
quería escaparse
de aquel caparazón que llaman piel,
quería arrancarse las garrapatas
seres aquellos que llaman ideas,
quería aplastar las sanguijuelas
seres aquellos que llaman sentimientos
Se sentía deshilachada:
las historias dentro de ella
habían perdido sentido
Vivía como un espectro:
un distorsionado reflejo
de sí misma
Vivía como una impostora:
había alterado tanto su esencia
que sus hilos se estaban pudriendo
Estos corrían por sus venas
como hambrientos gusanos
que la corroían desde adentro
Los podía ver
reptando bajo su piel
de desgastado pergamino
Los podía oír
royendo y devorando
su ya desgastada cohesión
Los podía sentir
susurrando y burlándose
de su débil corazón
Hasta que un fatídico día
cedió a la comezón
y sin dudar rasco y rasco
hasta que en medio de sangre y pus
el hilo principal encontró
y con tal de calmar su agobiada alma
desgarró, masticó y tiró
hasta que de ella nada quedó
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